Las válvulas de compuerta son elementos hidráulicos que se usan para el seccionamiento manual de una conducción. O lo que es lo mismo, para abrir o cerrar el paso del agua en la conducción.

Son dispositivos imprescindibles para cualquier instalación hidráulica, en mayor o menor cantidad según el tamaño de la red y sus ramificaciones. También es recomendable la instalación de una válvula de compuerta aguas arriba y aguas abajo de otros elementos hidráulicos de accionamiento o regulación como bombas o válvulas hidráulicas, para poder aislar su funcionamiento o desmontar en caso de avería.

El nombre de la válvula de compuerta se debe a su elemento de cierre. Un disco que hace la función de compuerta que sube y baja mediante un eje de mecanismo roscado.

La compuerta puede ser de diversos materiales. Lo más habitual es que el disco sea de fundición recubierto de EPDM. De esta manera el asiento es elástico sobre la base interior del cuerpo de la válvula, lo que garantiza la estanqueidad.

Las válvulas de compuerta son bidireccionales y de paso completo, ya que cuando está completamente abierta, la compuerta queda alojada en la parte superior del cuerpo de la válvula.

Las válvulas de compuerta no son recomendables para la reducción del caudal ni para realizar cualquier otro tipo de regulación. Por ello esta válvula debe usar en posición todo o nada, es decir totalmente abierta o totalmente cerrada. El disco no debe estar en posiciones intermedias durante largos períodos de tiempo, ya que estas posiciones acortarían la vida útil de la válvula.

Los materiales de fabricación de las válvulas de compuerta pueden ser muy diferentes según la aplicación que vaya a tener la válvula (fundición, acero inoxidable, latón…). Para redes de distribución de agua para municipios lo más frecuente es que el cuerpo sea de fundición dúctil GGG-50 con recubrimiento epoxy. Este recubrimiento es sólido y de gran dureza que tiene una resistencia probada a la corrosión, a los impactos ya los agentes químicos.

Las válvulas de compuerta Gaer® disponen de homologación WRAS (Water Regulation Advisory Scheme) para agua potable, lo que las hace totalmente adecuadas para el agua municipal.

Además, el disco de las válvulas de compuerta Gaer® está diseñado de forma que integra dos patines antifricción en cada uno de los lados. Estos patines están fabricados con un material con un coeficiente de fricción muy bajo, mucho menor que el caucho. Así, durante el movimiento del disco en la apertura o el cierre, el rozamiento se produce entre los patines y las guías laterales del cuerpo, en el lugar de hacerlo el caucho que recubre el disco. De esta manera el esfuerzo por fricción es menor y por lo tanto los pares de maniobra necesarios para operar la válvula también se ven reducidos.

En cuanto al tipo de conexión a la tubería, la válvula de compuerta puede tener conexión brida, roscada, extremos lisos… Para adaptarse a las características de cualquier instalación.

Los accionamientos también pueden ser diversos, siendo lo más habitual accionar la válvula de compuerta mediante volante o cuadradillo.

Aunque la válvula de compuerta es un elemento de la red hidráulica muy sencillo y robusto, requiere de unas acciones mínimas de mantenimiento:

Aunque por su sencillo diseño es muy raro tener problemas con una válvula de compuerta, en la tabla se incluyen las causas y soluciones siguientes a posibles fugas:

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